martes, 31 de marzo de 2009

entre alcohol, la noche, la metamorfosis, la falsedad

No creas en los besos dados por un borracho que se refugia en los extremos para satisfacer la voluntad pasada queriendo cautivar con el aroma del alcohol a un alma que busca al igual que él desahogo un día después de la batalla, no te despidas después de copular una vez que nadaron en un torrente etílico con el cual danzaron como si fuesen peregrinos adorando a su dios creador puesto que las incidencias solo fueron deseos remotos de un placer reprimido por la hipocresía y la ocasión, no mires a los ojos de un alcohólico apasionado que te invita a beber del elixir de los falsos sueños y de las realidades rotas puesto que solo basta un sorbo para sentir el calor para quemarte lento y enjaularte en su prisión de fuego, no creas en el patético hombre serio que derrocha caballerosidad estando sobrio ya que cuando dance con nosotros en este torrente de dolor, sabor y pasión te hará la invitación a ser parte del ritual del que no es de noche fácil escapar.
édgar gómez

No hay comentarios:

Publicar un comentario